lunes, 16 de noviembre de 2020

EMOCIONES EN EDUCACIÓN FÍSICA

Las clases de educación física y las actividades físico-deportivas son un enorme potencial para el desarrollo de la educación emocional. Ello es así porque la Educación Física es un espacio donde el alumnado se implica en todas sus dimensiones (física-motriz, mental, afectiva y social), lo que propicia el fomento de la educación emocional de la persona.

Autores como Pascual Leone, Fernández y Bartrés-Vaz (2019) o Bilbao (2013) confirman la importancia de la inteligente gestión de las emociones y del ejercicio físico en la estimulación cerebral y en el aprendizaje.

Desde el Colegio Antonio Machado, y más concretamente desde el área de Educación Física, pretendemos identificar las emociones, regularlas y practicar las habilidades sociales en busca del bienestar personal y social de nuestros alumnos/as. Tanto en el inicio como en el final de las clases de Educación Física se trabaja la dimensión emocional con los alumnos, a fin de que puedan comenzar y finalizar las clases en un estado emocional “tranquilo”, "contento", "alegre",.

La influencia del docente en el clima emocional del aula es innegable. Ya dentro de la clase, como afirma Bilbao (2013), el ejercicio físico es un medio privilegiado para el fortalecimiento de emociones positivas, así como para la gestión, incluso la eliminación, de emociones negativas.

La propuesta de juegos, actividades y ejercicios provoca que aumenten o disminuyan las emociones, así como la forma de comportarse, por parte del profesor, en la sesión. Lo ideal es ser paciente, sonriente y ser consciente de las emociones en cada momento, dado que es el profesor quien genera el clima emocional adecuado para el aprendizaje, además de ser el ejemplo para cada uno de los alumnos/as.

Si nos adentramos dentro de la parte práctica de la educación física, las actividades  individuales y sin oposición suelen presentar índices de desarrollo más bajos a nivel emocional, tanto de emociones positivas como negativas. Las actividades de colaboración desarrollan, por tanto, emociones positivas más intensas que las individuales; las de cooperación-oposición con competición suelen ser las más intensas, aunque también aparecen más emociones negativas que en las individuales.

Los juegos desarrollan un amplio abanico de las emociones. Si busco la ALEGRÍA propongo juegos motores; con los juegos cooperativos y de retos se consigue la FELICIDAD y el AMOR; si trabajo juegos de expresión corporal o bailes aparecen la VERGÜENZA y la EMPATÍA; la emoción del MIEDO aparece cuando se realizan actividades en la espaldera, colchoneta y en el medio natural (tirolina, rocódromo…); la SATISFACIÓN con los juegos de condición física; y, finalmente, la CONFIANZA en las habilidades y destrezas básicas. El gran desencadenante de emociones son los deportes y los juegos de competición, que generan TRISTEZA,ALEGRÍA e IRA.


Trabajar todas estas emociones exige diseñar, para cada clase, tareas motrices eficientes en función de los objetivos pedagógicos deseado en el plano emocional; más aún en la situación actual en que vivimos.

Para finalizar no debemos olvidar la importancia que posee la educación emocional, tanto dentro como fuera del sistema educativo, por lo que el profesor y la familia juegan un papel fundamental en el desarrollo de actitudes, comportamientos y emociones, elementos claves para poder construir un mundo mejor. En este sentido, la eficiencia y los procesos de aprendizaje bien diseñados, les aportan mayor felicidad en el aulas y fuera de ellas, lo que mejora su salud haciendo aumentar la sensación de bienestar personal y social. En última instancia se trata de educar con el fin de prepararlos para la vida.

Las evidencias científicas están mostrando los beneficios de la educación emocional, en el desarrollo de las competencias emocionales y en la mejora del bienestar, lo que aumenta la eficacia del proceso de aprendizaje. Paralelamente, la actividad físico-deportiva es un excelente medio de estimulación cerebral, de salud y de generación de emociones positivas. Ojalá sigamos educando y creciendo emocionalmente.

 



1 comentario:

  1. Roberto,6º A. Me gusta la idea del árbol de las emociones.

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