jueves, 26 de enero de 2017

LA IMPORTANCIA DEL DESAYUNO

Los médicos y especialistas en nutrición nos indican que el desayuno es la comida más importante del día y debe tenerse en cuenta no sólo para los adultos sino también para la alimentación de los niños/as, y sobre todo para los que estáis en edad escolar.

La Asociación "5 al día" quiere recordar que los niños y jóvenes españoles siguen teniendo el desayuno como una asignatura pendiente. Según la última Encuesta Nacional de Salud, casi un 8 % de los jóvenes españoles de entre 15 y 25 años se saltan el desayuno, y el 14% sólo toma algo líquido. Sin embargo, los escolares de 6 y 9 años desayuna a diario en su gran mayoría, aunque abusando de la bollería y omitiendo algunos grupos de alimentos de interés para la salud como las frutas o los lácteos bajos en grasa.

Muchos de vosotros/as me confirmáis los datos anteriores en clase cuando os pregunto por qué no desayunáis o por qué sólo tomáis un vaso de leche o unas galletas. Por este motivo hago esta entrada para que adquiráis el hábito desde pequeños y hagáis un desayuno equilibrado que os permita afrontar el día con toda la energía posible para que podáis estudiar bien, rendir bien físicamente, tener mejor función cerebral y, sobre todo, que os sintáis estupendamente de forma anímica.

Vuestro rendimiento académico, e incluso el comportamiento, dependerá mucho de que desayunéis bien.

¿QUÉ DESAYUNO?
No hay un modelo exacto de qué alimentos deben estar presentes en el desayuno, sin embargo en nuestro entorno cultural, un desayuno saludable podría constar de pan integral o cereales de desayuno con poco azúcar, un lácteo bajo en grasa y una ración de fruta. Este desayuno contribuye a mejorar la calidad de la dieta de todo el día y a cubrir las necesidades de energía y de nutrientes.

"5 al día" quiere demostrar que cumplir con las 5 raciones de fruta y hortaliza recomendadas no es una tarea en absoluto difícil, sobre todo si se empieza en el desayuno. Se pueden tomar de diferentes formas, enteras, peladas o sin pelar, frescas o desecadas, troceadas, en zumos, batidos, etc., sustituyendo, si fuera el caso, la mermelada en las tostadas por fruta natural cortada en trocitos o con aguacate en vez de mantequilla. Además, si en alguna ocasión no se toma la fruta en el desayuno, podremos tomarla a media mañana. Si los escolares se acostumbran a seguir esta rutina, se estarán creando hábitos alimentarios saludables que probablemente mantengan durante su crecimiento y en la edad adulta.


Dedicar un tiempo suficiente, sin prisas y sin distracciones innecesarias, como ver la televisión (costumbre difícil de modificar más adelante), así como la participación de toda la familia en el desayuno, facilita y fortalece la incorporación del desayuno a los hábitos alimentarios de los niños.

Haz un comentario y explica a tus compañeros qué desayunas. Si es saludable, tal vez podamos llevarlo a nuestra alimentación diaria.